El pasado sábado 23 de marzo, en un emotivo y significativo acto celebrado en el convento de Palacio, las Hermanas Franciscanas Misioneras de la Natividad de Nuestra Señora,  “Darderas”, fueron distinguidas con la mención honorífica como Hermanas de Honor de la Hermandad del Lavatorio.

Este reconocimiento, aprobado en Cabildo General y respaldado por el obispado, resalta la entrega y devoción de estas religiosas hacia “Su Señor del Lavatorio”, como ellas mismas lo llaman. La ceremonia estuvo cargada de gratitud y admiración por su vida consagrada al servicio de los más necesitados, la práctica de la caridad y su fiel seguimiento de los ideales de San Francisco de Asís.

La Hermandad quiso poner en valor la incansable labor de estas hermanas, quienes con sus manos generosas y corazones humildes encarnan el espíritu del lavatorio, simbolizado en Nuestro Padre Jesús de la Humildad. Su dedicación a cuidar, amar y servir se ha convertido en un faro de esperanza para quienes buscan consuelo en un mundo a menudo marcado por la indiferencia.

“Que Nuestro Padre Jesús de la Humildad continúe bendiciendo sus manos generosas y que Nuestra Madre del Amor Fraterno las proteja y guíe siempre,” expresó la Hermandad en su mensaje durante el acto. Este homenaje busca inspirar a todos a seguir el ejemplo de las Hermanas Franciscanas, cuya vida es testimonio del amor y la compasión que transforman corazones y realidades.

Con este nombramiento, la Hermandad del Lavatorio fortalece los lazos de unión con las Hermanas Franciscanas, reconociendo en ellas un pilar espiritual que encarna los valores más profundos del mensaje cristiano: humildad, servicio y fraternidad.